El FC Barcelona lo ha vuelto a hacer. El conjunto azulgrana se coronó campeón de la Copa del Rey por 32ª vez en su historia, consolidándose como el rey absoluto de esta competición. En una final de infarto, fue Jules Koundé quien se vistió de héroe, marcando el gol decisivo en el minuto 116, cuando todo apuntaba a que el título se decidiría en los penaltis.
El partido fue una auténtica batalla, con ambos equipos dando lo mejor de sí durante los 90 minutos reglamentarios y la prórroga. Sin embargo, la calidad y el espíritu competitivo del Barça salieron a relucir en el momento más crítico. El defensa francés, conocido por su solidez atrás, sorprendió a todos al aparecer en el área rival para firmar un gol histórico que desató la locura entre los aficionados culés.
Con este triunfo, el Barça amplía su leyenda en la Copa del Rey y demuestra que siempre está preparado para brillar en las grandes citas. La afición celebra un nuevo título que refuerza el proyecto del club y deja claro que el espíritu ganador sigue más vivo que nunca en el Camp Nou.